El Otoño:el pulmón y su relación osteopática

El otoño es la estación del año asociada con el pulmón.
Es la época de la caída de la hojas de los árboles. Suscita con gran frecuencia el sentimiento de tristeza, nostalgia y melancolía.
A nivel de la naturaleza el otoño corresponde con la necesidad de dormir un poco más, de comer caliente, de la desaceleración así como de necesidad de renovación, sacar lo viejo para dejar espacio a lo nuevo.

Es una época en la que se deben comer alimentos de temporada y de la zona. Estos alimentos deben apoyar al sistema digestivo ayudando de esta forma al intestino grueso ya que este es complementario del pulmón. Un intestino lleno de vitalidad, limpio, con una buena flora intestinal constituye una garantía de persona sana y vital. En cambio una persona con un mal sistema digestivo es una persona que tiene falta de vitalidad, puede tener estreñimiento, diarreas, problemas de alergias respiratorias, intolerancias alimentarias, del sistema inmunitario, etc.

Los pulmones (izquierdo y derecho) además de proporcionar energía y vitalidad al cuerpo, ayudan a mover la sangre y los líquidos del organismo ayudando de esta forma al corazón.
En Medicina Tradicional China se le considera como "Maestro de la Energía" ya que mediante la respiración se controla el Chi, Qi, o Prana según sea la tradición a la que se haga referencia. Por tanto controla la sangre y los fluidos corporales de todo el cuerpo, tanto los internos como los externos. Además de ayudar al sistema inmunitario ayuda a regular la temperatura del cuerpo y la transpiración. Todo eso gracias a la ventilación pulmonar la cual se trata de un reflejo involuntario pero que se ve afectado por los cambios de la fisionomía del organismo, el estado de ánimo, la posición corporal, la postura, la contaminación ambiental, el ejercicio, la alimentación, etc. Por ello la realización de ejercicios de forma consciente puede ayudarnos en esta época del año.
Factores como el calor y la sequedad atrapada en los pulmones pueden causar tos y otros trastornos pulmonares, además el viento puede traer patógenos externos al cuerpo, pudiendo dar lugar a bloqueos internos y excesos emocionales lo que puede afectar también al hígado y a la vesícula biliar ya que las emociones están reguladas en parte por estos órganos.

El otoño se trata de una época donde también es frecuente la aparición de problemas gastrointestinales.
Algunos consejos importantes para ayudar al pulmón durante el otoño son:
1.- Realizar ejercicios de respiración consciente (meditación, relajación, tai chi, chikung, yoga..) además de ejercicio físico. De esta forma se ayuda al organismo a aumentar su energía y reforzar el sistema inmunitario.
2.- Protegerse del frio.
3.- Una buena hidratación con caldos e infusiones calientes.
4.- Aumentar la ingesta de alimentos fermentados como el kéfir y el chucrut para ayudar al sistema inmunitario.
5.- El sueño y el descanso reparador.

A nivel osteopático:
Problemas como un neumotórax provoca importantes cicatrices además de fibrosis y adherencias en la pleura. Estas secuelas dan lugar a cambios en los ejes de la mecánica de la ventilación pulmonar, además de desviar el mediastino y también con frecuencia el eje toracovertebral. Como consecuencia, los ejes de movimiento se alteran pudiendo dar lugar incluso a escoliosis.
Una fijación vertical del mediastino puede desencadenar síntomas dolorosos o molestias locales. La tensión aguda en el mediastino puede dar lugar a diferentes síntomas como el de sensación de tirón en la garganta, de "nudo en el cárdias", de ahogo, etc.
Las desviaciones del mediastino, ya sean laterales o de retracción vertical, van a alterar los movimientos del diafragma y como el diafragma y el mediastino se encuentran tensionados, la amplitud respiratoria se reduce.

Todas estas fijaciones asociadas, así como alteraciones de la movilidad y motilidad del pulmón pueden en la mayoría de los casos dar lugar a alteraciones vertebrales, de las costillas y sus articulaciones asociadas.
Entre las indicaciones y tratamientos osteopáticos están:
- Todas las secuelas de enfermedades broncopulmonares, algunas cervicalgias y dorsalgias o neuralgias intercostales.
- Algunos trastornos gastroesofágicos.
- El postoperatorio de la cirugía torácica.
- Los traumatismos.
- Los resfriados mal curados, el asma...
- Un buen tratamiento osteopático puede ayudar en gran medida al cuerpo a que recupere su capacidad de autosanación.
Es en este momento donde interviene la Osteopatía.